Los lagos del Kelimutu




Un volcán, el Kelimutu, y tres lagos que cambian de color, del turquesa al rojo pasando por el azul oscuro y el marrón. Ésta es una de las grandes sorpresas que guarda la isla de Flores, un fenómeno que se produce a causa de las mezclas de vapores y de gases que emergen a altas temperaturas del interior del volcán y causan distintas reacciones químicas. Los habitantes de Flores creen que cuando alguien muere su espíritu se sumerge en alguno de los tres lagos. En la imagen el lago de los Hombres y Mujeres Jóvenes que mantiene su color turquesa con oscilaciones en intensidad.




Uno de los momentos más mágicos de mi ruta por Indonesia fue precisamente el amanecer en Kelimutu, el volcán con tres lagos que cambian de color, en la maravillosa isla de Flores, en Indonesia.

El volcán Kelimutu mide 1.639 metros y lo que lo hace ser un lugar único en el mundo es que alberga un lago de diferente color en cada uno de sus tres cráteres. Y no solo eso, además los lagos cambian de color a lo largo del año.

Según los científicos el cambio de color se debe a que las mezclas de vapores y de gases emergen de su interior a altas temperaturas causando reacciones químicas que producen cambios en la oxidación de los elementos presentes en los lagos y se liberan otros distintos. Aunque se trata de un volcán activo, la última erupción fue en 1968. Desde 1992 los volcanes y su entorno fueron declarados Parque Nacional.

Los habitantes de Flores creen que cuando alguien muere su espíritu se sumerge en alguno de los tres lagos, teniendo en cuenta su carácter y edad:

Tiwu Ata Mbupu: el lago para las almas de los padres y ancianos, de color negro.
Tiwu Nuwa Muri Koo Fai: para las almas de los jóvenes. Es el más grande de los tres. Su color era turquesa claro o celeste cuando lo visité.
Tiwu Ata Polo o Lago Encantado: para los que han cometido delitos en su vida. Es el que más cambia de color y en ocasiones pasa del rojo al turquesa, o al blanco. Cuando lo visité era de color turquesa.
Sin duda, la visita al Kelimutu tiene todavía mayor encanto si se va al amanecer. Para ello hay que hacer noche en Moni, una pequeña aldea en el centro de la isla de Flores, ubicada en un paraje excepcional, perfecto para hacer algunas caminatas. Además, cerca hay unas cataratas y unas aguas termales a las que se puede llegar caminando.

Sin embargo, el pueblo en sí no tiene interés alguno, está a los lados de una carretera que sale de la trans-Flores, sin alojamiento cómodo ni restaurantes. Es un lugar de paso para subir al Kelimutu.